Tallinn, Estonia, un cuento de hadas
En esta tercera etapa de navegación por ciudades Bálticas a bordo del Norwegian Spirit, llegamos a Tallin, capital de Estonia. Salida como de un cuento de hadas
Foto de Portada: Puerta de Viru
Luego de haber pasado 1 noche en San Petersburgo con el Norwegian Spirit, tocamos puerto en Tallinn. Ex capital de Estonia, antigua república soviética a orillas del mar Báltico. Conocida también por ser la sociedad digital más avanzada del planeta. Sin embargo, escondida dentro de una modernidad tal, que permite crear empresas online prácticamente en el acto. Se encuentra una increíblemente bella ciudad medieval amurallada digna de un cuento de hadas ¡Bienvenidos a Tallinn!
Ya lo dice el cartel al llegar nomás: ¡Bienvenidos a Tallinn, Estonia! Un cuento de hadas medieval con un toque moderno. Y si lo dicen ellos ¿Para qué contradecirlos? Si además tienen razón.
Después de pasear un rato con el red bus (25 € por persona) por la parte moderna y barrios residenciales de Tallinn, los cuales tienen una hermosa mezcla de casas estonas tradicionales de madera y arquitectura hiper moderna, fuimos al grano, dado que nos quedaban unas 8 horas para recorrerla. Así que nos bajamos en la entrada norte de la muralla y nos metimos de lleno en la vieja ciudad medieval.
Catedral Alexander Nevsky
Una de las ventajas de entrar por esta puerta, es que una de las primeras cosas que vamos a ver es la hermosa catedral ortodoxa Alexander Nevsky. Muy recomendado visitar su interior.
Al salir de la catedral comenzamos a seguir unos carteles que parecían indicar ir a la plaza principal, y siguiendo el camino, muralla abajo en dirección sur, pasábamos una callejuelas y lugares con construcciones de ensueño, repletas de bares por doquier.
Si me preguntan que es lo mejor que puede hacerse en Tallinn, es simplemente perderse al azar y dejarse llevar por sus calles, bares y restaurantes. Además de ser un lugar con encanto desmedido, su casco antiguo, fundado en el siglo XIII, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Cuando parece que más nada te sorprende y aparece la plaza principal
Esta plaza Raekoja plats en estonio o plaza del ayuntamiento en español es increíble por varias cosas: arquitectura medieval, los puestos del mercado, los bares y restaurantes típicos alrededor de la misma.
Olde Hansa, un viaje al medioevo
Si algo le faltaba a la plaza del ayuntamiento de Tallinn para terminar de ser algo increíble, es la posibilidad de viajar y comer como en la edad media. Actividad que puede hacerse en el restaurante Olde Hansa, donde tanto la ambientación como la vestimenta de los que atienden y el menú, reflejan los usos y costumbres de esa época.
La puerta de Viru
Saliendo de la plaza hacia el sur se pueden recorrer intrincadas pero hermosas callejuelas que revelan uno de los secretos menos contados de Tallinn, las puertas de las casas. Con cientos de colores y diseños, compiten para llamarte la atención y robarte las fotos, convirtiéndose en otra atracción de la ciudad.
Otra particularidad de Tallinn, por si le faltaba alguna, es la cantidad de tiendas de diseño, bares y restaurantes metidos dentro de calles sin salida o en patios comunitarios internos, realizados con un cuidado y un encanto que parece que no dejaron nada librado al azar.
Entonces, bajando por esos lugares increíbles, llegamos a las puertas de Viru. Estas dos torres circulares, construidas en el siglo XIV, defendieron los accesos al puente levadizo que cruzaba el foso frente a las murallas y era la puerta de entrada principal a la ciudad, vamos a ver si la puedo mostrar bien en el video a continuación.
Qué no hacer en Tallin
Solo una cosa, ahí mismo desde la puerta de Viru, sale un trencito que se supone recorre la ciudad y la muralla. No lo tomen es una pérdida de tiempo y dinero y no hace nada que no puedan ver caminando.
Finalizando entonces la visita con una recorrida a pie por el perímetro de la muralla, bordeado de encantadoras tiendas medievales, nos tomamos el bus de regreso al puerto y nos despedimos de una ciudad tan hermosa que es difícil de describirlo en palabras, fotos o video.