Gdynia, Polonia. Muy bueno, pero podría haber sido excelente.
A veces, cuando planeamos un viaje, no siempre nos sale como teníamos planeado, sin embargo, eso no debe impedirnos disfrutar del lugar, su gente y sus costumbres
Foto de portada por Dawid Zawiła en Unsplash
Hace unos meses comentaba en el facebook de Pipol:
¡Próximamente en Pipol! A veces, cuando planeamos un viaje, no siempre nos sale todo como teníamos planeado. Acá va un adelanto de lo que nos pasó hace un año en Gydnia, Polonia.
Gydnia, con ganas de playa
Llegar a una ciudad nueva, en crucero = poco tiempo y sin un plan muy formado, puede no ser una muy buena idea. Por eso cuando desembarcamos del Norwegian Spirit, bajamos la expectativa a dos planes. Probar que onda una zambullida en el Mar Báltico en verano, y si se podía, visitar Gdansk. Sin importar en que orden.
Ubicación, la clave de todo
Como venía contando en la saga de Escandinavia y las ciudades Bálticas, este crucero tuvo siempre los peores lugares de atraque por lejos, Salvo en Oslo (Próximamente). Así que nuevamente nos trasladaron de un puerto industrial en un bus, Al centro de la ciudad de Gydnia ¿....? Este.... ¿Donde estamos?
Sin un chip de roaming global, y habiendo llegado muy temprano, ¡Pero muy eh! Y en Sábado, estaba todo cerrado, la búsqueda de una señal de wifi nos llevó a un parque (Skwer Plymouth) con conexión publica, y recién ahí pudimos ver que hacer. Por ejemplo, llegar a la estación más cercana, muy cercana (Gdynia Wzgórze Św. Maksymiliana) vean sólo esos nombres como para tratar de imaginarse lo que fue resolver el problema. Afortunadamente la empleada de la estación, que era muy amable y además hablaba inglés, nos indicó la tabla de horarios y nos advirtió que las frecuencias de los sábados no eran demasiado frecuentes como para llegar tranquilos de Gdansk a la vuelta del crucero. Gdansk descartado, así que volvimos a la plaza por el glorioso Wifi Sagrado para bajar el mapa offline de Gdynia y nos fuimos a ver para que lado quedaba el mar.
C Corner Café, uana parada hermosa antes del mar
Así que estábamos en Skwer Plymouth y teníamos que ir a Plaża Miejska, 🤦🏿♂️ (La Playa) Polonia y su idioma 😅. Así que nos fuimos caminando tranquilos y disfrutando de la tranquila (seguía siendo demasiado temprano) ciudad por la avenida "Świętojańska" destino el mar.
Pero a mitad de camino, nos encontramos con uno de esos cafés gourmet abiertos, el C Corner Café, y amante del café como soy y siendo aún cerca de las 8 de la mañana, ni dudarlo ¡Adentro!
Tanto el Late como el Frappuccino eran gloriosos y nos proveyeron de la energia necesaria para llegar al mar. Ya cerca del parque Park im. Marii i Lecha Kaczyńskich. Y de repente...¡UPS!
Una exposición de autos en la playa
Por cierto, es justo mencionar lo linda y comercial que es la avenida Świętojańska.
Comenzamos a transitar los parques camino a la playa, y nos dimos cuenta que al igual que en Helsinki, llegamos en un día de celebración local. Lo cual siempre, casi siempre, en bueno.
¿Vamos a la playa? ¿O la miramos?
Quiero aclarar que la playa no era un capricho, hacía 32 grados centígrados. Era perfecto para un chapuzón en el supuestamente refrescante Mar Báltico
Como dijimos, no nos íbamos a dejar decepcionar por la fallida zambullida en en la mar, y nos fuimos por algunos foodtrucks, mi deporte favorito 🙄.
Así fue que , después de muy buena comida callejera polaca, recorrimos una rato más la expo y la ordenada limpia y bonita Gydnia y nos mentalizamos para el próximo puerto, Rostock, en Alemania.