"WOW, Señal extraterrestre": un misterio no resuelto.
El sorpresivo mensaje que recibieron los científicos hace casi 50 años, sigue siendo un misterio en la actualidad.
El radiotelescopio del Observatorio Big Ear de Ohio, detectó una señal proveniente del espacio exterior con una frecuencia de radio nunca antes registrada.
El fenómeno no ha vuelto a repetirse, y después de 46 años; los investigadores aun tratan de descubrir su procedencia y quien la envió.
Jerry Ehman, quien era un joven astrónomo, colaboraba como voluntario en el proyecto SETI de la Universidad Estatal de Ohio. Dedicado a la búsqueda de señales de inteligencia extraterrestre, comenzó a revisar los registros de la computadora del Observatorio Big Ear hasta que quedó petrificado frente a una señal detectado por el radiotelescopio.
Ante el asombro, Jerry leyó y volvió a leer para estar seguro de que las características de la señal de origen desconocido captada la noche anterior, la del 15 de agosto de 1977 a las 23:16 hora local, estaba registrada con el código “6EQUJ5”.
No podía creer lo que tenía en frente de sus ojos por más que lo visara una y otra vez. La computadora del telescopio usaba números del 0 al 9 para representar las ondas de frecuencias bajas y las letras de la A a la Z para las más altas, todas medidas en megahercios (MHz).
“Nunca había visto una señal tan fuerte antes”, relató días después en una entrevista de la cadena National Public Radio (NPR).
Sin dejar de observar el código, el joven científico toma su birome roja marcó en un óvalo y al costado escribió con mayúsculas la palabra que mejor podía representar su asombro: “WOW” (“GUAU” en español).
Ehman sentía que había tocado el cielo con las manos, ya que una señal así solo podría ser enviada por una inteligencia extraterrestre.
La señal, actualmente, sigue dejando en desvelo a los expertos radio astrónomos de todo el mundo, que siguen buscando respuestas a dos incógnitas fundamentales: de dónde vino y si realmente fue enviada por una inteligencia del espacio exterior.
¿Fenómeno o mensaje?
La señal “WOW”, como quedó denominada desde aquel día en el mundo científico, tuvo una duración de 72 segundos y no volvió a ser detectada hasta el día de hoy.
Su frecuencia de 1420,4056 megahercios está asociada al elemento hidrógeno, que está relativamente libre du ruido de fondo, lo que lo convierte en un buen rango para seleccionarla para comunicarse a través del Universo.
“Dado que el hidrógeno es el elemento más abundante del universo, es lógico suponer que una civilización inteligente dentro de nuestra Vía Láctea, deseosa de atraer la atención hacia sí misma, podría emitir una fuerte señal de baliza de banda estrecha en la frecuencia de la línea de hidrógeno neutro o cerca de ella”, escribió Ehman en un informe para la revista Live Science.
Adam Mann
Según los estudios, podría ser también que la abundancia de hidrógeno en el universo hace que la posibilidad de que la señal se deba a un fenómeno natural dado en determinadas condiciones.
Para llegar al fondo de la procedencia de esta señal, es fundamental encontrar el origen de la señal. El primer paso lo dio Ehman, al descartar que proviniera de un satélite, de una operación militar o de una aeronave terrestre.
Hipótesis.
En un primer momento se calculó que la señal provenía de la constelación Sagitario. Para Robert Dixon, ex Director del Radio Observatorio de la Universidad Estatal de Ohio, el origen de la señal pudo estar ahí.
“Se apagó cuando el telescopio volvió a observar en esa dirección inmediatamente después, indicando que era de origen inteligente y no un fenómeno natural”, dijo en un artículo publicado en la red SETI.
“La manera en la que la señal apareció y desapareció, la manera en que aumentó de intensidad y luego se fue, hace que parezca una señal E.T. Si bien es emocionante pensar así no necesariamente es verdad”, opina otro astrónomo, Seth Shostak.
“No sigue un patrón ni tiene señales de comunicación. La Astronomía está llena de señales misteriosas y siempre se prefiere explicarlas por causas naturales, si es que no hay pruebas abrumadoramente convincentes de lo contrario”, dijo Paul Sutter, astrónomo de la Universidad Estatal de Ohio.
“deberíamos haberla visto de nuevo cuando buscamos otras cincuenta veces más; algo me sugiere que se trató de una señal con origen terrestre que simplemente fue reflejada por algún pedazo de basura espacial”, declaró Ehman, a modo de contradecir su hipótesis inicial de un mensaje extraterrestre, ya entrando en el Siglo XXI.
Nuevas hipótesis.
En los últimos años han surgido nuevas hipótesis sobre el origen de la señal que nuca se volvió a detectar.
Los astrónomos Antonio Paris y Evan Davies, en un trabajo publicado por la Academia de Ciencias de Washington en 2015, propusieron que podía haber sido causada por un cometa, el 266P/Christensen o el P/2008 Y2 que en ese momento se encontraba viajando por el sistema solar.
Estos dos asteroides tenían algo en común: una enorme nube de hidrógeno a su alrededor, pero como recién fueron descubiertos en 2006 no se tuvieron en cuenta durante las investigaciones de la señal.
Para poder demostrar y constatar esta hipótesis, se siguió durante los últimos meses de 2016 y los primeros de 2017 al asteroide 266P con un radio telescopio. Según las observaciones, las señales son parecidas a la descubierta por Ehman en 1977, pero no son similares.
Teoría o hipótesis actual.
En la actualidad volvió a cobrar fuerza la posibilidad de que la señal proviniera de la constelación de Sagitario o de algunos cúmulos estelares aledaños a ella. El problema para probar la teoría es que se trata de buscar una aguja en un pajar, debido a la extensión del territorio a explorar y estudiar.
El astrónomo Alberto Caballero se propuso analizar los datos ya existentes sobre miles de estrellas en la zona y propuso una nueva pista para resolver el misterio.
Buscando entre los datos recogidos por el Observatorio espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea, con una base de datos de más de mil millones de estrellas, Caballero consiguió reducir su búsqueda de estrellas que pudieran albergar un exoplaneta con potencial para la vida a una única estrella similar al Sol, llamada 2MASS 19281982-2640123, situada a 1.800 años luz en la constelación de Sagitario.
“A pesar de que esta estrella está situada demasiado lejos para enviar cualquier respuesta en forma de transmisión de radio o luz, podría ser un gran objetivo para realizar observaciones en busca de exoplanetas alrededor de la estrella, que tiene una temperatura estimada de solo 5 grados más que el Sol, y un radio y luminosidad casi idénticos. Es un objetivo excelente para buscar exoplanetas potencialmente habitables”, escribe el astrónomo.
El misterio continúa…
Hoy se cumplen 46 años de la detección de la señal “WOW” y la respuesta exacta todavía no se encuentra, aunque los astrónomos no pierden las esperanzas de descifrarlo gracias a los avances tecnológicos logrados en los últimos años.
“En los años 70 y 80, hubo muchas ondas que fueron recibidas solo una vez y nunca más se volvieron a captar, pero ahora los radares se han vuelto más sofisticados y es más fácil rastrearlas”, aseveró el astrónomo Shostak y agrega: “algún día podríamos recibirla otra vez”.
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BBC News Mundo
Fuente: History Latinoamerica, Infobae, Mega Exploración.
