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Venecia con vos

Dicen los que más saben que es el paraíso del amor. ya desde hace tiempo uno escucha esos versos cantados por Aznavour y se da cuenta de la belleza impactante de la Venecia romántica.

Venecia con vos

Foto por Tom Podmore / Unsplash

Dicen los que más saben que es el paraíso del amor. ya desde hace tiempo uno escucha esos versos cantados por Aznavour y se da cuenta de la belleza impactante de la Venecia romántica.

Estamos próximos al carnaval y esta es una oportunidad única para los amantes del arte en estado puro. No sé si contar la historia del carnaval o directamente contarles cómo se viven los días festivos entre canales, paseos en góndola e interacción social.

Carnaval Veneciano
Foto por Fernand De Canne / Unsplash

¿Cómo lo celebran? dura diez días y entre ellos la gente adora disfrazarse y andar por esas bellas calles posando y tomándose fotografías. Verlos deambular por allí es introducirse en una pintura del siglo XVII. ¡Encanta, de verdad!

Me arriesgo a decir que el turista no se anima mucho a lucir esas vestimentas, pero sí disfruta enormemente sacándose fotos con tan impresionates figuras.

Algo que debe considerarse: hay que llevar abrigo porque Venecia es una ciudad que está muy cerca de los Alpes y la celebración se da en plena época de frío.

Carnaval Veneciano
Foto por Pietro Tebaldi / Unsplash

¡Este 2018 tamaña obra de arte callejera será entre el 3 y el 18 de febrero!

Yo no soy muy amante de los tours rentados, prefiero armarme mi recorrido y desde allí elegir cuánto tiempo extenderme admirando cada detalle del sitio escogido. Pero claro, un paseo en góndola va como agua para molino, pues arribar a ese territorio y no estar cerca de un gondolieri es una herejía. Eso sí, cuando te subas a una de ellas tendrás que decidir si el paseo ha de ser romántico o bien ha de ser histórico. (Toda opción es maravillosa)

Venecia, Italia
Foto por Henrique Ferreira / Unsplash

Es tanta la belleza que sea cual fuere la decisión que se tome como turista, todo es de una belleza que congela. Pararse a contemplar la arquitectura misma es congraciarse con la vida.

¡Sí, exageradamente, Venecia!