Salud mental.

Ansiedad y depresión producto del cambio climático.

Equipo PipolNews

18 de nov. de 2022 5 min de lectura

Imagen ilustrativa.

Las alteraciones en nuestro estado mental pueden ser producidas por el cambio climático que en la actualidad son un signo muy común entre las personas que sufren este tipo de patologías y que diariamente padecen trastornos por las olas de calor o de frío.

Diferentes estudios y organismos internacionales aseveran y advierten que los fenómenos extremos como las olas de calor o de frío, alteran la salud mental.
Dentro de los puntos que se trataron en la COP27, se encuentra la salud mental de la humanidad, utilizando el término “ansiedad climática” para referirse directamente al cambio climático y su efecto nocivo en la salud mental.

Según la Organización Mundial de la Salud, “la salud es un estado de bienestar en el que cada individuo realiza su propio potencial, puede hacer frente a las tensiones dela vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

La agencia de las Naciones Unidas advirtió que el cambio climático plantea graves riesgos para la salud mental y el bienestar; e instó a los países a incluir o sumar el apoyo a la salud mental en respuesta a la inevitable crisis climática que estamos padeciendo en la actualidad.

“El rápido aumento del cambio climático supone una amenaza creciente para la salud mental y el bienestar psicosocial; desde el malestar emocional hasta la ansiedad, la depresión, el duelo y el comportamiento suicida”, expresa el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Las consultas a los servicios de emergencia por dificultades en la salud mental crecen cuando se producen incrementos de las temperaturas debido a las olas de calor, lo mismo ocurre con las admisiones hospitalarias de pacientes con diagnóstico de trastornos graves de salud mental.

“El riego de tener un diagnóstico de depresión fue más bajo entre las personas que vivían en regiones donde las temperaturas medias rondaban entre los 20° y los 23°, mientras que el riesgo aumentaba aproximadamente un 7% a medida que la diferencia de la temperatura media entre las zonas se incrementaba 1°C”, revela un estudio realizado en Taiwán, entre los años 2003 y 2013.

Las condiciones meteorológicas extremas son capaces de producir cambios negativos en la salud mental de las personas, tal es así, que las personas residentes en áreas de fríos extremos también presentan mayor riesgo de sufrir depresión.

“Los impactos del cambio climático forman parte cada vez más de nuestra vida cotidiana, y hay muy poco apoyo dedicado a la salud mental para las personas y las comunidades que se enfrentan a los peligros relacionados con el clima y al riesgo a largo plazo”, relata la Doctora María Neira, Directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.

La OMS realizó una encuesta en el año 2021 en 95 países y descubrió que solo 9 de ellos, han incluido hasta ahora la salud mental y el apoyo psicosocial en sus planes nacionales de salud y cambio climático.

“El impacto del cambio climático está agravando la ya extremadamente difícil situación de la salud mental y de los servicios de salud mental a nivel mundial. Hay casi mil millones de personas que viven con problemas de salud mental, pero en los países de ingresos bajos y medianos, 3 de cada 4 no tiene acceso a los servicios necesarios. Al aumentar el apoyo a la salud mental y psicosocial en el marco de la reducción del riego de desastres y la acción climática, los países pueden hacer más para ayudar a proteger a los más expuestos”, asevera la experta argentina Débora Kestel, Directora del departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.

La agencia sanitaria recomendó a todos los países integrar los problemas de salud mental por acción del cambio climático a los programas de salud, sumando el apoyo a la salud mental, basarse en compromisos mundiales, desarrollar enfoques comunitarios para reducir las vulnerabilidades, y cerrar la gran brecha de financiación que existe para la salud mental y el apoyo psicosocial.

Hay países que han tenido en cuenta la salud mental, como es el caso de Filipinas que han reconstruido y mejorado los servicio de salud mental tras el impacto climático del tifón Haiyan en 2013, en tanto en India un proyecto nacional amplió la reducción del riesgo de catástrofes, preparando al mismo tiempo a las ciudades para responder a los riesgos climáticos y atender las necesidades de salud mental y psicosociales.

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