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Producción sostenible: agricultura regenerativa.

Se trata de un nuevo enfoque ambiental y económico en la producción.

Producción sostenible: agricultura regenerativa.

La nueva modalidad se centra en la conservación de los recursos naturales y el cuidado del suelo, disminuyendo los costos de insumos agrícolas hasta un 20% y reduce significativamente el consumo de agua en un 25 a 30%.

En Argentina, la agricultura regenerativa es un sistema de producción que está ganando popularidad en los últimos años y se presenta como un modelo de producción sostenible que ofrece resultados finales más económicos que la agricultura tradicional.

Esta práctica ecológica beneficia económicamente a las empresas al enfocarse en la conservación de los recursos naturales y el cuidado del suelo, reduciendo los costos de insumos agrícolas en alrededor del 20% y reduciendo el consumo de agua hasta en un 25-30% en comparación con los métodos convencionales.

La agricultura regenerativa es un modelo productivo que tiene muchas ventajas económicas y ambientales.

Este método se presenta como una alternativa rentable para las empresas porque no solo fomenta la salud del suelo y la biodiversidad, sino que también hace que su producción sea más eficiente.

La viticultura es uno de los campos que ha experimentado mejoras significativas en su producción, ya que se ha registrado un incremento del 30% al 40% en las empresas que emplean este método.

"La implementación de este tipo de agricultura se está convirtiendo en un elemento clave dentro de las grandes empresas y corporaciones ya que representa un cambio significativo en su forma de hacer negocios, en el caso de la viticultura se obtienen mejoras en la producción alrededor del 30-40%", dijo José Portela, referente en Agricultura Regenerativa del INTA.

Portela subrayó que "usando buenos criterios a la hora de producir se puede reducir significativamente los costos en agroquímicos o insumos que cotizan en dólares".

De esta manera, se reducen hasta un 20% los costos de producción de insumos externos y el consumo de agua en un rango del 25% al 30%.

El investigador contrastó que, en comparación a los métodos tradicionales de agricultura, estas prácticas ecológicas "permiten aprovechar mejor los recursos naturales", como el agua y los nutrientes, evitando su desperdicio y optimizando su uso.

Es importante destacar que la agricultura regenerativa no se limita sólo a los cultivos sino que puede implementarse en todo el sector agropecuario, lo que también incluye a la ganadería.

Portela sostuvo que este modelo productivo se asocia estrechamente con la "agricultura climáticamente inteligente" que busca abordar los problemas ambientales que genera la producción agropecuaria tradicional.

Y aclaró que no se trata de regenerar el suelo, sino más bien de "utilizar los conocimientos sobre la naturaleza para poder intervenir en procesos que perjudican el suelo y la productividad ".

La rotación de cultivos, el uso de abonos orgánicos y la siembra directa, que evita el desgaste del suelo, son algunas prácticas que se pueden incorporar.

Además, el experto del INTA afirmó que la adopción de este tipo de agricultura por parte de las empresas se debe una mayor conciencia sobre cómo se producen los alimentos y su impacto a largo plazo.

"Se busca garantizar una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, promoviendo la conservación de los recursos naturales, fomentando la biodiversidad y el equilibrio ecológico, que contribuye a un sistema agrícola más saludable y sostenible en el largo plazo", afirmó.

Que empresas emplean esta estrategia ecológica?

Nestlé es una empresa que lleva a cabo este tipo de agricultura en Argentina, que trabaja con más de 15 tamberos para incorporar técnicas agrícolas regenerativas en la producción de leche.

La empresa desarrolló la primera leche con certificación orgánica en Argentina, certificada por OIA y vendida bajo las marcas NIDO® y SVELTY®.

"Los principales beneficios de la agricultura regenerativa son diversos: mejora la salud del suelo, aumenta la biodiversidad, reduce las emisiones de carbono y aumenta la resiliencia de las tierras de cultivo frente al cambio climático", señaló Verónica Rosales, directora de Comunicaciones y Asuntos Públicos y líder de Sustentabilidad de Nestlé para Argentina, Uruguay y Paraguay.

En este sentido, afirmó que uno de los desafíos de la agricultura regenerativa es la articulación entre todos los actores de la cadena de valor alimentaria.

Para lograr un sistema alimentario más sostenible, "la firma promueve la colaboración entre agricultores, productores, distribuidores, consumidores y el Estado", precisó Rosales.

Cervecería y Maltería Quilmes es otra empresa que empezó en 2020 a implementar este tipo de producción en la cebada, que es el principal ingrediente de sus productos.

La Gerenta de Crecimiento Inclusivo y Sustentabilidad de Cervecería y Maltería Quilmes, Vanesa Vázquez, dijo que: “en la firma "trabajamos con más de 1.200 productores agropecuarios en la provincia de Buenos Aires, el noroeste y el noreste de Argentina, así como en Río Negro para adoptar buenas prácticas agrícolas que contribuyan a reducir las emisiones de carbono y a regenerar la salud del suelo".

Detalló que la compañía comenzó un proyecto para recolectar evidencia científica sobre el impacto positivo de la agricultura regenerativa en la salud del suelo, la reducción de emisiones de carbono y la mejora en la rentabilidad.

El desarrollo del programa contó con el soporte técnico del INTA junto a Soil Capital, Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), The Carbon Group y especialistas que fueron acompañando la transición de un grupo de productores hacia estas prácticas.

"Gracias a ello, el año pasado lanzamos 27 Eazy, la primera cerveza elaborada con cebada proveniente de agricultura regenerativa, allí trabajamos junto a 23 productores de cebada -que suman 630 hectáreas en la provincia de Buenos Aires-, para que adopten estas prácticas, garantizándoles la compra de su cosecha a largo plazo para nuestros productos", concluyó Vázquez.

Qué es la agricultura regenerativa?

La agricultura regenerativa sostiene que la sostenibilidad de nuestro sistema alimentario está directamente relacionada con la salud del suelo, desde la calidad nutricional de las plantas y animales hasta el futuro de nuestro planeta. Por lo tanto, su objetivo es regenerar, estimular y mantener la fertilidad y biodiversidad de la tierra: promueve un suelo que alberga una gran cantidad de vida y materia orgánica y que sea capaz de producir alimentos utilizando recursos propios de la naturaleza.

Esto se logra mediante el uso de métodos agrícolas, ganaderas y/o silvícolas que alimentan naturalmente las plantas y protegen el suelo de acciones que puedan alterar los procesos biológicos de las plantas. Es un modelo innovador que incorpora todo el nuevo conocimiento científico sobre cómo funciona el suelo y la nutrición de la vegetación.

En base a esto, su propuesta incluye la eliminación de la labranza, que daña la estructura del suelo; preservar la cubierta vegetal, para evitar la erosión y no dejar la tierra desnuda; aumentar la diversidad y la producción de plantas; combinar la agricultura y la ganadería, empleando animales de pasto para fertilizar la tierra, a la vez que los animales disfrutan de una buena alimentación; planificar un mejor aprovechamiento del agua; y evitar su consumo masivo.

Un avance hacia lo ecológico.

El Instituto Rodale definió el término "agricultura regenerativa" a principios de la década de 1980. Esta organización sin fines de lucro impulsó este sistema agrícola como una alternativa viable a la agricultura tradicional, la cual perjudica la tierra, la salud del planeta y la nuestra propia, y como un avance en lo ecológico. La agricultura ecológica u orgánica propone prácticas que se centran en mantener las condiciones del ecosistema del suelo, evitando su daño, preservando su biodiversidad y reduciendo la contaminación.

Pero la regenerativa va más allá y no solo se mantiene, sino que mejora la recuperación de los suelos degradados: aumenta su contenido de materia orgánica, su capacidad de retener y aprovechar el agua y la diversidad de plantas, insectos y microorganismos que forman parte de su composición.

Una solución para el cambio climático.

La agricultura regenerativa se vuelve cada vez más importante en la lucha contra la crisis climática. Por un lado, una mayor cantidad de materia orgánica aumenta la capacidad del suelo para almacenar agua, esto reduce el impacto de las inundaciones y la erosión causada por fuertes lluvias, y ayuda a los cultivos a ser productivos cuando el clima es extremadamente árido, como la sequía.

Además, una tierra fértil puede absorber mucho más CO2 de la atmósfera y almacenarlo en forma de carbono en el suelo, lo que reduce su concentración en la atmósfera. Además, estas acciones reducen significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero debido a la ausencia de maquinaria pesada y fertilizantes, lo que evita la combustión de combustibles fósiles.

También fomenta beneficios sociales en la lucha contra el abandono rural, ya que cree que cualquier agricultor puede replicarlo en su finca sin una gran inversión económica, y en el impulso de la soberanía alimentaria, ya que un país con tierras fértiles y sin depender de las grandes empresas pueden producir alimentos de alta calidad y tomar sus propias políticas agrarias y alimentarias.

Diversas prácticas

El modelo regenerativo integra y combina varias prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles.

Agricultura natural (Natural farming): interviene lo menos posible en el suelo para que los procesos naturales hagan su trabajo, no se labra el suelo, no se eliminan las malas hierbas, ni utilizan herbicidas, pesticidas o abonos químicos. También propone la rotación de los cultivos dentro de un mismo año.

Agricultura orgánica: no daña el suelo, ya que no emplea productos químicos, elabora biofertilizantes y emplea microorganismos nativos para nutrir el suelo.

Agricultura del carbono (Carbon farming): consiste en dejar el suelo sin arar para secuestrar carbono atmosférico, ya que labrar los campos puede alterar la estructura natural del suelo y liberar el carbono almacenado en la tierra a la atmósfera.

Cultivos de cereal sobre pastos perennes (Pasture cropping): promueve la siembra de cereales de invierno directamente sobre prados perennes que están activos en verano, para aumentar la producción anual de pastos.

Agroforestería: un sistema que combina árboles con cultivos o ganado en el mismo terreno para incrementar las sinergias entre los animales, que se alimentan de pasto fresco, y las plantas, que se benefician de los excrementos del ganado.

Diseño de líneas clave (Keyline design): es una técnica que, según la topografía de la zona, diseña el terreno para distribuir el agua de forma homogénea.

Manejo holístico (Holistic management): es una práctica ganadera en la que los animales están en continuo movimiento. Cada día el ganado se mueve a una nueva parcela de pasto y tarda meses en volver a un prado en el que ya ha comido, así la hierba puede recuperarse del impacto y aprovechar los excrementos del ganado para aumentar la fertilidad.

Pastoreo racional voisin: similar al manejo holístico, es una práctica ganadera para escoger el momento adecuado para que el ganado paste en una parcela determinada. Se basa en el conocimiento del funcionamiento del rebrote del pasto y las necesidades y bienestar animal.

Granjas polifacéticas (Polyface farms): son granjas que integran la agricultura, la silvicultura y el pastoreo para aumentar la fertilidad del suelo.

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Fuente:

Inta Informa, Creaf Blog, Télam, Agrotendencia.