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Más colores en Isla Verde

Acuñó el concepto de “tiempo de caramelo” para referirse a cómo nos podemos brindar a los otros. En vacaciones de invierno, viajó con su familia a Córdoba para dejar huellas.

Más colores en Isla Verde
Carolina Muñoz Agopian en Isla Verde, Córdoba

La pandemia nos atravesó y las comunidades online fueron un gran soporte para sobrellevar momentos difíciles. En ese contexto inesperado, muchas personas se volcaron a las redes sociales para buscar ideas y sentirse acompañadas. Fue así como Claudia Spoglia, directora del Jardín de infantes Provincia Santiago del Estero de Isla Verde, provincia de Córdoba, tomó algunas de las actividades propuestas por Experiencias Canguro -@expcanguro en Instagram- para pasar tiempo de calidad con sus alumnos.

Estas propuestas, que pudieron poner en práctica en cada una de las salas del jardín y luego se trasladaron a los hogares de los alumnos y las alumnas, tuvieron un propósito: “la calidad de tiempo compartido”, destaca Claudia.

Carolina Muñoz Agopian, creadora de Experiencias Canguro, asegura que su manera de “ayudar en la pandemia se centró en compartir actividades para hacer en casa”. Las mismas que hace con sus hijas con cosas que tienen a mano como materiales reciclados, además de otros juegos para abordar las emociones y expresar lo que a cada uno le pasa.

El vínculo entre Claudia y Carolina creció a la distancia y nació la necesidad de conocerse.  “Quería chocar los puños y mirar a los ojos por encima del barbijo a esta comunidad que nos enseñó con el ejemplo como hacer valer su tiempo”, dice Carolina sobre la motivación que la llevó a preparar una actividad y trasladarla presencialmente a Isla Verde.

Junto a su familia, su marido y sus hijas de 4 y 7 años, y gracias al apoyo de un grupo de personas que donó dinero para materiales, emprendió un viaje a Córdoba para compartir un momento con los niños, las niñas y las familias de la escuela y de la comunidad. Todo el pueblo participó activamente de los preparativos y se dio cita en la Plaza la mañana de un sábado donde más de 120 chicos y chicas estamparon un enorme abanico de colores en remeras blancas y pasaron tiempo juntos para crear algo entre todos.

“El tiempo es como arena seca, al querer tomarla notás que es escurridiza y son los pequeños granitos, los días, los que hacen que podamos construir ese tiempo. No sabemos hasta cuánto vamos a estar, entonces cada granito es una posibilidad. Hoy podemos conectarnos con eso que nos hace bien, eso que nos emociona y que nos hace sentir vivos. Conscientes de eso podemos ponernos prioridades y hoy mi prioridad es conectar con el corazón y contagiar a otros a que lo hagan. Muchas personas me preguntan ¿cómo se aprende a dar? Haciéndolo les respondo.”, dice Carolina quien  en su charla en El Mundo de las Ideas-, resume en cinco minutos el valor del tiempo, convencida de que no vuelve y vale la pena entregarlo a otros.