“Las Brujas de la Noche”: temibles criaturas celestiales.

La mayoría de las voluntarias del 588° Regimiento de Bombardeos Nocturnos eran jóvenes que deseaban luchar por su país, pero solo tenían la oportunidad de participar en puestos de apoyo.

Los soldados alemanes les llamaron "las Brujas de la noche" porque creían que el sonido del viento en las alas de sus aviones era como el barrido de una escoba.

En su mayoría adolescentes voluntarias, eran muy jóvenes y tuvieron que superar no solo la dureza de la guerra, sino también el escepticismo y machismo de la época, que no creía en el éxito de un escuadrón formado únicamente por mujeres.

Sin embargo, las aviadoras del 588° Regimiento de Bombardeo Nocturno lograron lanzar más de 23.000 toneladas de bombas sobre las posiciones alemanas y fueron una parte importante de la victoria soviética sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

“Al principio, los hombres se reían de nosotras”, relataba en una entrevista en 1993 la matemática y física rusa Irina Rakovólskaya, que lideró el regimiento durante un tiempo.

La antigua aviadora recordaba que "vieron cómo volábamos y los hombres del regimiento de bombarderos nocturnos nos llamaban "hermanas", mientras que los de infantería nos llamaban "criaturas celestiales" y los alemanes nos llamaban "brujas de la noche".

Debbie Land, quien estudia a mujeres aviadoras en la Colección Shuttleworth para la serie "The Documentary”, explicó que las políticas de la Unión Soviética, que otorgaba la misma educación a niños y niñas, permitieron que muchas chicas aprendieran a volar.

En la URSS había un programa similar al de los Scouts que permitía a niños y niñas aprender a volar sin costo alguno, según Land. Por lo tanto, "cuando los alemanes invadieron y arrasaron con las tropas rusas, estas chicas estaban listas".

Lideradas por una mujer valiente.

Cuando Alemania atacó la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, muchas de ellas estudiaban física, astronomía, geografía, matemáticas o química en la universidad. El Estado se movilizó a los hombres; pero ellas no desearon quedarse atrás.

Muchas de estas jóvenes comenzaron a enviar mensajes a Marina Raskova, quien en ese momento era una piloto conocida en la Unión Soviética y sería esencial para la creación del escuadrón.

En 1938, Marina Raskova logró batir el récord de larga distancia de vuelo sin escalas y se convirtió en Héroe de la Unión Soviética, convirtiéndose en la primera mujer en la URSS al obtener el diploma de piloto profesional.

En ese momento, Raskova no voló como piloto, sino que actuó como navegante en el vuelo, junto con otras dos mujeres de la tripulación. El viaje fue extremadamente accidentado, y la navegante tuvo que saltar en paracaídas antes del aterrizaje de emergencia, lo que la obligó a pasar diez días sola en la taiga siberiana buscando el avión.

En la Unión Soviética, su aventura y el libro que posteriormente escribió con sus experiencias la hicieron famosa. Las jóvenes piloto que deseaban luchar por su nación, pero las que solo tenían la oportunidad de trabajar en puestos de apoyo en oficinas o como enfermeras, sabían a quién debían acudir.

En ese momento, Raskova se acercó al líder soviético Josef Stalin, un admirador suyo, para solicitarle la autorización para establecer su propio escuadrón de pilotos, compuesto exclusivamente por mujeres.

Stalin aceptó, y Raskova creó tres regimientos femeninos: el 586° Regimiento de Combate Aéreo, el 587° Regimiento de Bombarderos Aéreos y el 588° Regimiento de Bombarderos Nocturnos. Finalmente, estos regimientos fueron conocidos como las "Brujas de la noche" en el ámbito militar.

La Unión Soviética se convirtió así en la primera nación en permitir oficialmente que las mujeres participaran en combate.

“Había muchas pilotos, pero apenas había navegadoras o mecánicas capacitadas, así que tuvieron que formar a mujeres en todo ese tipo de cosas y tuvieron que aprender esas habilidades desde cero”, explicó la profesora de historia rusa y militar en la Universidad de Norwich, un colegio militar privado en EE.UU.

Aeronaves precarias.

Las mujeres que formaron parte del nuevo escuadrón también debieron adaptarse a los biplanos Polikarpov Po-2, que fueron construidos en 1928 para el entrenamiento y la fumigación.

Estaban hechos de madera contrachapada y lona, y eran extremadamente frágiles pero también ligeros. Debido a que la cabina estaba abierta, los pilotos no tenían protección contra las frías noches de invierno.

“No se podía hacer gran cosa con ellos a la luz del día porque eran muy vulnerables. No tenían protección ni ametralladora, y tampoco serviría de mucho contra sus Messerschmitt. Así que no podían hacer nada excepto volar de noche, pero eso, a pesar de que solo podían llevar un puñado de bombas, era mejor que nada”, explicó Pennington.

Las pilotos del 588° Regimiento tuvieron que llevar a cabo una operación peligrosa sin equipamiento para afinar el tiro: cuando se acercaban al objetivo, apagaban el motor para desplazarse en silencio, en ese momento, encendían una baliza para que la navegadora pudiera ver dónde soltar la bomba, pero la llama también advertía de su posición a los alemanes.

Para que la navegadora pudiera apuntar, la piloto debía mantener la estabilidad del avión, lo cual resultaba difícil debido a que los alemanes empleaban tanto ametralladoras antiaéreas como fotos potentes que las cegaban.

Sin embargo, los Polikarpov Po-2 carecían de cualquier tipo de protección, por lo que a veces se prendían fuego y ardían como si fueran fósforos.

Debbie Land explicó que la función de las "Brujas de la noche" no consistía en lanzar bombas y causar daño, sino en perturbar a los alemanes, quienes habían estado realizando maniobras durante todo el día. Por lo tanto, se trataba más de no dejarles dormir y obligarlos a trabajar toda la noche para que se agotaran al día siguiente.

El regimiento femenino, a diferencia de sus homólogos hombres, no paraba para fumar un cigarrillo o tomar una taza de té entre vuelo y vuelo. Apenas llegaban al puerto, cargaban más combustible y volaban de nuevo, a veces hasta quince veces por noche, en comparación con los hombres.

No inventaron la táctica de apagar los motores al acercarse al objetivo, sino que se empleaba ampliamente en la fuerza aérea. Sin embargo, Pennington describió que: “sus innovaciones en el mantenimiento y rearme de los aviones, así como su entrenamiento de reemplazos, les permitieron realizar más vuelos por noche que casi cualquier otra unidad”.

Yevdokía Bershánskaia, la comandante del equipo, tuvo una idea original para hacer repostar a los aviones.

Bershánskaia instaló un sistema de cintas transportadoras con equipos especializados en varias tareas, como llenar los depósitos de combustible o rearmar el avión, en lugar de dejar que cada avión tuviera un equipo de mantenimiento y repostaje.

La profesora de la Universidad de Norwich explicó: "de esta forma, podía tener un avión listo en apenas 10 minutos" y se aumentaba el número de viajes por noche.

En honor a sus logros, el 588° Regimiento de Bombardeo Nocturno recibió el título de Guardias y se convirtió en el 46° Regimiento de Bombarderos Nocturnos de la Guardia.

Además, recibió la Orden de la Bandera Roja y numerosas "brujas de la noche" recibieron condecoraciones individuales. 23 de ellas fueron nombradas "Héroe de la Unión Soviética", la distinción más alta del país.

Fuentes:

Atrapados en el Tiempo, BBC NEWS Mundo, Historia Militar, WarsofTheWorld.