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La Semana de Mayo: El nacimiento de una nación

El 25 de mayo es una fecha que todos los argentinos recordamos, pero no es solo un feriado. Descubramos los hechos que desembocaron en la primera junta de gobierno criollo.

La Semana de Mayo: El nacimiento de una nación

La Semana de Mayo de 1810 es uno de los eventos más significativos de la historia argentina. A lo largo de siete días, del 18 al 25 de mayo, se produjeron una serie de hechos que culminaron con la destitución del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y la conformación de la Primera Junta de gobierno criollo. Este proceso marcó el inicio del camino hacia la independencia del país.

La Semana de Mayo: El nacimiento de una nación

Contexto histórico: un imperio en crisis

A comienzos del siglo XIX, el Virreinato del Río de la Plata formaba parte del Imperio español. Sin embargo, la situación en España era caótica. En 1808, Napoleón Bonaparte invadió la península ibérica, depuso al rey Fernando VII y colocó a su hermano José Bonaparte en el trono. Este hecho debilitó la autoridad de la corona española en América, abriendo el debate sobre quién debía ejercer el poder legítimo en los territorios coloniales.

En Buenos Aires, esta crisis provocó una fuerte agitación política. Los criollos, es decir, los descendientes de españoles nacidos en América, comenzaron a cuestionar el dominio peninsular y a exigir una mayor participación en el gobierno.

Los días previos: tensión y conspiración

El 18 de mayo de 1810, llegó a Buenos Aires una noticia clave: la caída de la Junta de Sevilla, que hasta ese momento era considerada la autoridad legítima en ausencia del rey. Esto significaba, en términos legales, que no había gobierno legítimo reconocido en España.

Este vacío de poder fue aprovechado por los criollos ilustrados y militares patriotas, como Cornelio Saavedra, Manuel Belgrano y Juan José Castelli, quienes comenzaron a organizar reuniones secretas para planear un cambio político. El cabildo, institución colonial que representaba a los vecinos, se convirtió en el escenario donde se resolvería la crisis.

El Cabildo Abierto del 22 de mayo:

El 22 de mayo se realizó un Cabildo Abierto, una reunión extraordinaria de vecinos notables convocada para debatir la situación. Allí se discutió si Buenos Aires debía continuar obedeciendo al virrey Cisneros, o formar un gobierno propio hasta que se restituyera el poder legítimo en España.

Tras un intenso debate, la mayoría de los presentes votó por la destitución del virrey. Sin embargo, el Cabildo intentó mantener el orden proponiendo una Junta presidida por el propio Cisneros, lo que generó una fuerte reacción popular.

La Semana de Mayo: El nacimiento de una nación

El protagonismo del pueblo:

El 24 de mayo, una multitud se congregó frente al Cabildo exigiendo que se respetara la voluntad popular expresada en el Cabildo Abierto. Ante la presión, los miembros del Cabildo no tuvieron más opción que aceptar la renuncia de Cisneros.

Al día siguiente, el 25 de mayo, se formó la Primera Junta de gobierno, integrada por nueve miembros, entre ellos Saavedra, Belgrano, Castelli, Moreno y Alberti. El pueblo celebró con júbilo la creación de un gobierno propio.

Significado histórico:

La Semana de Mayo no significó una declaración formal de independencia, que recién llegaría en 1816. Sin embargo, fue el punto de partida del proceso revolucionario que llevaría a la emancipación definitiva del dominio español.

Representó el inicio de un gobierno criollo, autónomo, basado en el principio de soberanía popular.

También marcó una fractura entre los intereses peninsulares y los americanos, dando lugar a una larga etapa de conflictos internos y guerras de independencia en todo el continente.

Conmemoración y legado:

Cada 25 de mayo, la Argentina conmemora esta fecha como el Día de la Revolución de Mayo. Es una jornada patriótica cargada de símbolos: el Cabildo, la escarapela celeste y blanca, y los próceres que lideraron el movimiento revolucionario. En las escuelas, plazas y actos públicos se recuerda el valor de quienes lucharon por una patria libre.

El legado de la Semana de Mayo sigue vivo en la idea de una nación que se construye con la participación del pueblo, la defensa de la soberanía y el respeto a los ideales de libertad y justicia.