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La oscura historia detrás de El mago de Oz: un clásico teñido de polémicas

La primera adaptación del clásico El Mago de Oz fue un rodaje muy oscuro y lleno de polémicas.

La oscura historia detrás de El mago de Oz: un clásico teñido de polémicas

Cuando pensamos en El mago de Oz (1939), nos viene a la mente un mundo de colores brillantes, canciones memorables y una entrañable historia sobre el valor, la amistad y el hogar. Sin embargo, tras el telón de esmeraldas y caminos de ladrillos amarillos, se esconde uno de los rodajes más conflictivos y turbios de la historia del cine clásico.

Dirigida por Victor Fleming —quien también estuvo al mando de Lo que el viento se llevó—, la película fue el resultado de un proceso caótico marcado por accidentes, abusos laborales, cambios de directores y condiciones deplorables para sus protagonistas.

Una producción con múltiples directores:

El rodaje de El mago de Oz comenzó en octubre de 1938 bajo la dirección de Richard Thorpe. Sin embargo, sus decisiones estilísticas —como una Dorothy con maquillaje glamoroso y una actitud poco inocente— no convencieron a los productores. Thorpe fue despedido a las dos semanas, y le sucedieron George Cukor (quien hizo ajustes clave en el diseño de personajes) y finalmente Victor Fleming, quien recibió el crédito oficial.

Fleming tampoco terminaría la cinta: fue llamado a reemplazar a Cukor en Lo que el viento se llevó antes de finalizar Oz, dejando el desenlace del rodaje en manos del director King Vidor. Vidor fue quien filmó la icónica escena en blanco y negro de Somewhere Over the Rainbow, una de las pocas partes de la película que aún hoy resuena con su carga emocional intacta.

La oscura historia detrás de El mago de Oz: un clásico teñido de polémicas

Judy Garland: una Dorothy atrapada en un cuento de horror

Judy Garland tenía solo 16 años cuando interpretó a Dorothy Gale. Su rostro angelical y su voz fueron claves para el éxito de la película, pero el precio que pagó fue altísimo. El estudio, MGM, sometió a Garland a una estricta dieta basada en sopas y café para mantenerla delgada, complementada con píldoras para suprimir el apetito, mantenerse despierta durante largas jornadas y dormir pocas horas después de filmar.

En palabras de la propia Garland, recogidas en entrevistas décadas más tarde, dijo:

“Vivíamos de pastillas. Nos daban medicamentos para despertarnos, para trabajar, para dormir. Así era como se manejaba todo en MGM.”

El abuso emocional y físico fue constante. Louis B. Mayer, jefe del estudio, solía tocarla en el pecho bajo el pretexto de “protegerla como a una hija”. En una entrevista póstuma, Garland relató:

“Me llamaba su pequeña joya... pero me hacía llorar. Y nadie decía nada. Estaba sola.”
La oscura historia detrás de El mago de Oz: un clásico teñido de polémicas

El Hombre de Hojalata casi muere... literalmente

El actor originalmente elegido para el papel del Hombre de Hojalata fue Buddy Ebsen (más tarde famoso por The Beverly Hillbillies), pero fue hospitalizado de urgencia después de inhalar polvo de aluminio, componente del maquillaje metálico.

Ebsen sufrió un colapso pulmonar y espasmos musculares graves. Fue reemplazado por Jack Haley, quien usó una versión en pasta del maquillaje, aunque también sufrió infecciones oculares.

Ebsen más tarde escribió en su autobiografía:

“Me dijeron que era reemplazable. Que si no podía trabajar, había diez más esperando mi lugar.”
La oscura historia detrás de El mago de Oz: un clásico teñido de polémicas

Margaret Hamilton, la bruja que se quemó

La actriz Margaret Hamilton, quien interpretó a la malvada Bruja del Oeste, sufrió quemaduras de segundo y tercer grado cuando una de las trampas de pirotecnia falló durante su desaparición en Munchkinland.

Su capa se prendió fuego, y el maquillaje verde de cobre que usaba agravó las heridas. Tardó seis semanas en recuperarse.

Hamilton comentó en una entrevista de 1975:

“Me dijeron que debía volver al set tan pronto pudiera mover los brazos. Y cuando regresé, ni siquiera ajustaron el efecto.”
La oscura historia detrás de El mago de Oz: un clásico teñido de polémicas

El abuso a los actores "Munchkins"

Los actores de talla baja que interpretaron a los Munchkins también fueron víctimas del maltrato. Judy Garland declaró en una entrevista con Jack Paar en los años 60 que “los Munchkins eran borrachos” y que “tenían que encerrar a algunos en jaulas para que no escaparan del set”. Aunque esta afirmación ha sido muy debatida, lo cierto es que muchos de ellos denunciaron posteriormente haber sido tratados como “atracciones de circo” más que como profesionales.

Jerry Maren, uno de los últimos Munchkins sobrevivientes, desmintió a Garland y declaró:

“Nos pagaban muy poco y nos trataban como niños. Pero no éramos una pandilla de borrachos; solo queríamos trabajar dignamente.”

El León Cobarde: entre la incomodidad y el perfeccionismo

Bert Lahr, comediante de vodevil y Broadway, dio vida al entrañable León Cobarde. Su actuación es una de las más memorables de El mago de Oz, pero lograr ese resultado tuvo un costo físico y emocional considerable.

El traje del león era hecho con piel real de león, lo que lo hacía increíblemente pesado y caluroso. Pesaba cerca de 40 kilos, y bajo los intensos focos del set (necesarios para el Technicolor), Lahr sudaba tanto que su vestuario debía secarse durante la noche con calor industrial. Un miembro del equipo técnico contó:

“Había que escurrirlo. Literalmente. El traje apestaba a animal mojado”

Lahr también se quejaba del poco espacio para moverse y respirar, y no podía quitarse el traje fácilmente entre tomas. Las largas jornadas lo dejaban agotado y, según algunas fuentes, le provocaban claustrofobia y ansiedad.

Además, como era actor cómico y perfeccionista, frecuentemente pedía repetir escenas para lograr el timing adecuado. Esto a veces irritaba al equipo técnico y a los directores, ya bajo presión por el presupuesto y el caos general del rodaje.

Pese a las dificultades, su caracterización se convirtió en una de las más queridas del cine clásico. El León, que solo buscaba coraje, terminó representando sin querer la valentía de muchos actores que resistieron condiciones extremas en esa producción.

El legado de un clásico manchado

A pesar de las adversidades, El mago de Oz se convirtió en un clásico imperecedero, y su influencia cultural es innegable. Sin embargo, con el paso de los años, los relatos sobre lo que realmente ocurrió durante su producción han cobrado más fuerza, revelando una cara mucho menos mágica del Hollywood dorado.

Hoy, al ver a Dorothy cantar “Somewhere Over the Rainbow”, es imposible no sentir una mezcla de ternura y melancolía: ternura por la inocencia del personaje, y melancolía por saber que la actriz detrás de esa voz vivía una pesadilla en Technicolor.

Pero resignificado

Curiosamente, la nueva adaptación de Wicked, estrenada en 2024, llega como una respuesta a esa narrativa: una historia contada desde el punto de vista de la “bruja mala”, que no solo cuestiona la moral maniquea del cuento original, sino que también visibiliza las estructuras de poder, el prejuicio y la manipulación mediática.

La oscura historia detrás de El mago de Oz: un clásico teñido de polémicas

Mientras El mago de Oz idealizaba un mundo donde todo se resolvía con un par de zapatos mágicos, Wicked propone una mirada más humana y crítica, acorde a los tiempos que corren.

Entre ambos relatos —el clásico dorado y su reinterpretación esmeralda— queda tendido un puente que conecta el ayer con el hoy: una oportunidad para mirar detrás de la cortina y entender que incluso en la tierra de Oz, las verdades no siempre son lo que parecen.