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El misterioso incidente de Tunguska

La misteriosa destrucción de Tunguska en Siberia en 1908.

El misterioso incidente de Tunguska

Durante más de cien años, el suceso en Tunguska permaneció en un estado de misterio total. Desde que Leonid Kulik visitó ese lugar remoto de Siberia en 1927 para investigar lo sucedido, los científicos han estado preocupados por la destrucción que ocurrió allí en 1908. Actualmente, algunas teorías que son más científicas que las de antes parecen estar más cerca de resolver el misterio.

En Londres, la noche del 30 de junio de 1908 era tranquila. De repente, según una crónica del periódico local London Times, el cielo brilló de tal manera que parecía que el Sol había salido en plena noche. Otros testimonios de todo el continente indican que la luz que apareció en plena noche provocó que la gente saliera a las calles preocupada por lo que estaba sucediendo. Pasaban diecisiete minutos de las siete de la mañana muy lejos de allí, en la meseta siberiana, cuando la tranquilidad del bosque junto al río Tunguska fue sacudida por una terrible explosión que se escuchó en toda Rusia.

La explosión afectó una superficie de aproximadamente 2.150 kilómetros cuadrados de bosques, destruyendo más de 80 millones de árboles. ¿Cuál podría haber sido la causa de tal desastre?

Devastación completa .

El gobierno zarista, preocupado por una amenaza evidente de revueltas, quiso aprovechar la oportunidad y presentar el evento como un castigo divino, ya que la noticia se propagó rápidamente por todo el país. Sin embargo, la llegada de una misión científica al lugar del desastre requeriría diecinueve años. La primera expedición a Siberia para investigar lo que había ocurrido en Tunguska fue dirigida por el mineralogista soviético Leonid Kulik en 1927.

A su llegada, el tiempo parecía haber sido detenido en el momento exacto de la explosión, que ocurrió casi veinte años antes. Después de evaluar la magnitud de la destrucción, Kulik ya mencionó la posibilidad de que un meteorito haya sido el responsable. En particular, un bólido (los bólidos son meteoros que tienen una gran intensidad de brillo y se perciben desde la Tierra como si fueran bolas de fuego). Por lo tanto, el objetivo de Kulik era encontrar los restos de un gran objeto metálico, posiblemente hecho de níquel, lo que confirmaría las creencias del científico. Sin embargo, han pasado más de una década y no se han descubierto restos de ningún objeto celeste ni del cráter que pudiera haber causado tal impacto.

La falta de pruebas sobre la identidad de lo que había ocurrido en Siberia esa madrugada llevó a especular sobre la posibilidad de que el cometa hubiera sido el responsable del desastre. La mayoría de los cometas están compuestos por agua congelada, a diferencia de los meteoroides, por lo que desaparecen completamente al estallar. Sin embargo, para Kulik, la más razonable era su teoría de que el impacto en Tunguska había sido causado por un meteorito.

Para los demás, era un misterio lo que había ocurrido en esa madrugada lejana, pero para Kulik, los renos muertos, las olas en el río y los árboles arrancados de raíz eran la prueba evidente de un impacto terrible en la atmósfera. Actualmente, se han creado modelos matemáticos para investigar el posible origen del impacto en Tunguska, los cuales indican que el hielo que forma estos objetos celestes se habría fundido al chocar contra la Tierra. Por lo tanto, la idea del meteorito sigue siendo la más factible.

Las teorías son muy diversas.

Sin embargo, se encontró otra explicación al misterio además de esto. Además, se llegaron a formular teorías mucho más extrañas e incluso imaginarias. En 1965 se mencionó que el objeto que explotó en Tunguska podría haber sido un meteorito de antimateria, mientras que en 1973 se afirmó que lo que chocó contra la Tierra en Siberia no fue un meteorito, sino un agujero negro (lo cual se ha demostrado imposible) e incluso se ha sugerido que era una nave extraterrestre.

En 1978, se encontraron algunos fragmentos pequeños en una turbera cercana, los cuales los investigadores pensaron que podrían tener un origen mitológico. En 2013, un grupo de investigadores publicó los hallazgos del análisis de estas micro muestras.

De acuerdo con sus hallazgos, estos fragmentos contienen una cantidad de hierro veintidós veces mayor que el níquel, lo que implica que no son originarios del planeta.

Finalmente, a principios de la década de 1990, las incógnitas, o eso se creyó, se despejaron. Según las autoridades rusas, un grupo de físicos ha confirmado que lo ocurrido en Tunguska fue causado por un meteorito, como ya había sugerido Kulik hace muchos años. De acuerdo con las investigaciones, la implosión del objeto por un rayo producido por el mismo meteorito podría haber sido la razón por la cual no se encontraron restos.

Esto sucede cuando un objeto entra a gran velocidad en la atmósfera terrestre y alcanza temperaturas tan altas que liberan electrones. Al perder los electrones, el meteorito se carga positivamente, lo que genera una variación de potencia y una descarga eléctrica. De acuerdo con esta teoría, esto podría ser la razón por la cual no se encontró nada: el meteorito se desintegró después de producir una explosión propia.

Más de cien años después, aún no se ha encontrado una explicación convincente a lo que sucedió en Siberia el 30 de junio de 1908, un evento devastador cuya fuerza expansiva hizo que los cristales de las ventanas se rompieran a 400 kilómetros de distancia e incluso tirar a las personas.

Según los estudios actuales, la explosión tuvo lugar en el cielo y emitió una cantidad de energía de treinta megatones, lo que es el doble de la que se emitió por las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki. Además, la suerte permitió que ocurriera en un lugar deshabitado, lo que posiblemente evitó una verdadera matanza.

Acaso fue un meteorito?

Un estudio publicado en la revista científica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society de la Universidad de Oxford en marzo de 2020, dirigido por un equipo de investigadores rusos liderado por el astrónomo Daniil Khrennikov de la Universidad Federal de Siberia, afirmó que un gran meteorito de hierro fue el responsable de la catástrofe de Tunguska cuando se desplomó a una altitud relativamente baja de la Tierra, lo que provocó una onda expansiva devastadora que afectó a la tierra.

En su investigación, los investigadores han analizado las condiciones del paso de asteroides con diámetros de doscientos, cien y cincuenta metros, compuestos por tres tipos de materiales: hierro, piedra y hielo de agua, a través de la atmósfera de la Tierra y una altitud mínimo de diez a quince kilómetros. Y sus conclusiones son evidentes. De acuerdo con ellos, los hallazgos respaldan su creencia de que hasta el momento no se han realizado interpretaciones razonables y detalladas del fenómeno Tunguska. Afirmamos que el fenómeno fue provocado por un objeto de asteroide de hierro que atravesó la atmósfera de la Tierra y continuó en una órbita cercana a la luz solar.

El estudio llega a la conclusión de que, aunque el meteorito de Tunguska nunca tocó la Tierra, sí pasó lo suficientemente cerca como para causar un cataclismo. El meteorito, que tenía un diámetro de entre cien y doscientos kilómetros y viajaba a una velocidad de 72.000 kilómetros por hora, emitió una gran cantidad de calor y su masa era tan grande que estas dos características fueron suficientes para justificar los daños causados. Además, el estudio afirma que cuando el meteorito pasó por nuestra atmósfera, perdió parte de su masa, lo que provocó la liberación de hierro y su transformación en gas y plasma. Sería completamente indetectable una vez oxidado en el suelo terrestre y en la atmósfera.

Aunque los autores tienen fe en la veracidad de su hipótesis, el equipo indica que la investigación todavía tiene algunas lagunas que esperan resolver en un futuro cercano, como la falta de una respuesta adecuada a cómo se formó una onda de choque (como la que se producida con el meteorito que cayó en la ciudad rusa de Chelyabinsk en 2013). De hecho, es una de las muchas preguntas aún sin respuesta sobre un misterio que ha estado presente en la historia de nuestro planeta durante más de cien años.

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https://uruguayeduca.anep.edu.uy/sites/default/files/2017-06/tunguska_0.pdf

Fuente:

National Geogrphic, Noticias de la Ciencia y Tecnología, Mundo Desconocido.