Gasoducto Néstor Kirchner.
Avanza en distintas áreas y se emplean miles de trabajadores.
Comienza en Vaca Muerta y llega hasta la localidad bonaerense de Salliqueló, implicando un tendido de 573 kilómetros de caños. Emplea 3.000 puestos de trabajo directos y 50.000 indirectos, entre ellos Pymes que proveen bienes y servicios en los distintos frentes de obra.
La construcción del gasoducto alcanzó en éstos últimos días de marzo, un pico de ocupación con más de 3.000 trabajadores distribuidos a lo largo de la construcción, lo que permite afrontar desafíos técnicos muy particulares como el cruce del Río Colorado.
Con la gran obra se disparó la activación de las pequeñas economías de localidades cercanas a la traza de la vía, lo que ha generado otros 40.000 puestos de trabajo indirectos en casi todos los rubros como inmobiliario, gastronómico, transporte y muchos otros que benefician por la circulación masiva de personas.
El avance de las obras es notorio y los encargados aseveran que estará listo para el 20 de junio.
“Por la magnitud de los trabajos, hay muchas tareas que se llevan adelante en simultáneo en los distintos frentes de obras y que, coordinadamente, deberán conducir a concluir el gasoducto en la fecha prevista del 20 de junio. Se avanza con ritmos que vienen acelerándose tras la puesta a punto de los equipos pesados de hasta 40 y 50 toneladas que en varios casos se utilizan por primera vez en la Argentina”, relata Ricardo Desimone, Jefe de Inspección de la firma estatal Energía Argentina.
Para poder darle uso correcto a los equipos pesados, se tuvo que capacitar en nuevas especializaciones a los operarios que allí ejercen su trabajo.
Las empresas contratistas en que Enarsa dividió la obra, movilizaron 1.300 equipos en tiempo récord, incluyendo la última tecnología disponible en el mundo como las plantas de doble punta y equipos de soladura automática, a lo largo de la traza que atraviesa cuatro provincias: desde la planta de tratamiento de gas en Tratayen (Neuquén), pasando por Río Negro, La Pampa y llegando a la localidad de Salliqueló (buenos Aires).
El tendido de caños de 573 kilómetros de extensión, permitirá incrementar en 22 millones de metros cúbicos diarios la capacidad de transporte de gas desde Vaca Muerta hacia el centro del país.
Esta obra demanda desafíos imprevistos que se pueden suscitar al ser una mega construcción, pudiendo marcar un hito en la historia de la ingeniería en la obra pública.
El avance del gasoducto, está ligado directamente a la particularidad del trazado, ya que la obra incluye el cruce de rutas y caminos, vías de ferrocarril eléctrico de media y alta tensión, se trata de más de 200 cruces especiales siendo el más grande el cauce del Río Colorado, que sirve de límite entre Río Negro y La Pampa.
En el kilómetro 90 de la traza, el caño deberá pasar por un túnel de 1.000 metros de extensión que se cava por debajo del lecho del río para lo cual se ha subcontratado a una empresa especializada en perforación horizontal dirigida, una tecnología que solo se usa en obras de gran magnitud dentro de la infraestructura e ingeniería.
Un trabajo similar ya se realizó en el cruce de la Ruta Nacional 35, en la provincia de La Pampa, por la cual el ducto debió pasar a unos diez metros por debajo de la traza, para no interrumpir el tránsito por esa arteria considerada vital para dicha región.
“Los contratistas de la UTE Techint-Sacde para los reglones 1 y 2, y BTU para el renglón 3, habrán montado al completar sus contratos en total seis obradores, que son pequeñas ciudades que conforman las bases operativas con servicio de habitación, alimentación y sanitario, servicio médico, depósitos, talleres, almacenes, recreación y vigilancia, en cada uno”, explico Desimone.
Se trabaja de lunes a lunes en un esquema de 25 días corridos por cinco de descanso, un régimen que requiere un gran esfuerzo y también convivencia, para quienes lejos de sus hogares pasan sus horas libres en los campamentos.
“La coordinación es compleja, ya que hay diversas tareas de control de obra, seguridad, calidad y medio ambiente; trabajando desde las 7 de la mañana hasta las 19, con personal que proviene de las muchas localidades próximas, así como de todas las provincias y de otros países que por su especialidad no pueden ser relevados”, relata el Jefe.
En el obrador del PK60, se pueden observar distintos habitantes de localidades vecinas como Sargento Vidal, 25 de Mayo, Casa de Piedras, Catriel, La Reforma y Chacharramendi, con operarios contratados provenientes de distintos puntos del país.
Las empresas, junto con los operarios, debieron trasladar cientos de maquinarias, entre ellas las más tradicionales y utilizadas como los equipos tiendetubos o sideboom que permite el izaje de las cañerías para su bajada sincronizada en zanja, zanjadoras, cavadoras, tuneleras, curvadoras de caños de gran diámetro, grúas de movimiento de suelo y movilidades para uso del personal.
El frente de soldadura es uno de los más importantes de esta obra, ya que se necesita una numerosa cantidad de personal y marca la producción y el desarrollo que va teniendo la obra, y además determina en gran parte como se van cumpliendo las metas en las distintas etapas de trabajo.
En la actualidad, y dejando el campamento PK60, el obrador del kilómetro 145 pasó a concentrar la mayor parte de las tareas. Hoy es el punto donde convergen decenas de camiones que diariamente, transportan los caños que se producen en la planta de Tenaris-SIAT, en la localidad bonaerense de Valentín Alsina.
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Fuente: C5N, Télam, TVP, Subsecretaría de Ambiente, Energía Argentina, La Política Online.
