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Desmontes en Argentina: peligran los bosques nativos

Alerta por desmontes en Argentina: Si seguimos a este ritmo de deforestación, en 70 años no tendremos bosques nativos.

Desmontes en Argentina: peligran los bosques nativos


Los bosques nativos son ecosistemas que albergan una gran diversidad de especies animales y vegetales, que brindan beneficios ambientales y sociales, y que forman parte de la identidad cultural de las comunidades que los habitan. Sin embargo, en Argentina estos bosques están siendo destruidos a un ritmo alarmante por la deforestación, que es la tala o quema de árboles para destinar el suelo a otros fines, como la agricultura o la ganadería. En este artículo te contamos las causas, las consecuencias y las posibles soluciones de este grave problema ambiental.

La situación de desmonte en Argentina actualmente es muy difícil, cambiar y bajar la deforestación es el objetivo. el comienzo del cambio debiera comenzar pronto, según los expertos en 70 años no tendremos bosques nativos en nuestro país. es oportuno mencionar que en la Argentina tenemos reservas forestales muy robustas que aportan servicios ecosistémicos, como la captación de carbono y la contención de enfermedades, muchos virus anidan en torno a la fauna silvestre, es por eso que desforestar las zonas verdes traerían enfermedades zoonóticas.

El desmonte en Argentina en números

Según un análisis de imágenes satelitales realizado por el canal de noticias TN, en los últimos 10 años (2012-2021), en el país se perdieron 2.460.469 de hectáreas de bosque y pastizales a causa de la deforestación. Esto equivale a 123 veces la superficie de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El 85% de esta pérdida se concentró en cinco provincias: Santiago del Estero, Salta, Chaco, Formosa y Misiones. Estas provincias forman parte de la región chaqueña, que es la segunda zona boscosa más importante del mundo después del Amazonas.

Desmontes en Argentina: peligran los bosques nativos
Foto por Juan Pablo Mascanfroni / Unsplash

Si tomamos sólo un año de ejemplo, durante el 2020 se registró un total de 400.000 hectáreas afectadas, de las cuales 100.000 fueron a causa del desmonte,  el resto por los incendios  provocados intencionalmente en un 95 %.

La principal causa del desmonte es el avance de la frontera agropecuaria, impulsado por el aumento del precio de los productos agrícolas y ganaderos en el mercado internacional. Los productores agropecuarios desplazan a las comunidades indígenas y campesinas que habitan los bosques y los transforman en campos de soja transgénica o pasturas para el ganado. Estas actividades son insostenibles y erosionan el suelo, que pierde su fertilidad y capacidad de retener agua en pocos años.

La deforestación también provoca más incendios forestales, que son cada vez más frecuentes e intensos debido al cambio climático. Los incendios no solo destruyen los árboles, sino también la fauna y flora autóctonas, que son fundamentales para el equilibrio ecológico y la provisión de servicios ambientales como la purificación del aire, la regulación del clima, la prevención de inundaciones y sequías, y la conservación del suelo.

Ley de bosques y deforestación

A pesar de que existe una Ley de Bosques desde 2007 que busca proteger estos ecosistemas, la normativa no se cumple ni se financia adecuadamente. Según Greenpeace, la mitad del desmonte que se produce es ilegal y se realiza en áreas donde está prohibido deforestar. Además, las multas que se aplican a los infractores son muy bajas y no disuaden a los responsables.

La deforestación en Argentina es un problema urgente que requiere una acción conjunta de todos los sectores: el Estado, las empresas, las organizaciones sociales y ambientales, y la ciudadanía. Es necesario frenar el avance de la frontera agropecuaria sobre los bosques nativos y promover un modelo de desarrollo rural sustentable que respete los derechos de las comunidades locales y la diversidad biológica. También es imprescindible fortalecer el cumplimiento y el control de la Ley de Bosques y aumentar el presupuesto destinado a su implementación. Solo así podremos conservar los bosques nativos y evitar una crisis climática irreversible.