¡Tu navegador no tiene JavaScript! habilitado. or favor habilítalo para tener una mejor experiencia con PipolNews

El extraño enigma del códice Voynich.

Este libro, creado en el siglo XV, contiene imágenes y textos que aún no han sido descifrados por expertos.

El extraño enigma del códice Voynich.

La primera vez que se menciona la existencia del Voynich fue en 1580, cuando el emperador Rodolfo II de Habsburgo, quien estaba interesado en las ciencias ocultas, la magia y las rarezas, lo compró al mago inglés John Dee, quien afirmaba poder comunicarse con los ángeles, a través de piedras, y al embaucador Edward Kelley, por 600 ducados.

Secretos.

El polaco Wilfrid Voynich escapó de Rusia debido a razones políticas y se trasladó a Inglaterra, donde después de pasar por dificultades, se convirtió en un conocido tratante de libros escasos. Creía firmemente que el código Voynich contenía secretos alquímicos que, una vez descifrados, tendrían un impacto significativo en la ciencia contemporánea.

Sopa de letras, mujeres bañándose y plantas imaginarias.
La transcripción de un pasaje del libro que John Dee y Edward Kelley (arriba) regalaron a Rodolfo II ofrece el siguiente resultado: se osam ceetosas qopercetos detetiosus opercetios cetocperetus conllodam ollcet ollcetcius ollcetcius qoceretosas e ocilletosus e oter sauter olletosus ollos ollecetosus os e oter un conllcetius sais llotes oclletos cetollcetus llos cetotes e cetius olletiollos.

En el manuscrito Voynich aparecen una serie de diagramas circulares zodiacales o astrológicos, grupos de mujeres desnudas bañándose en piscinas, más imágenes astronómicas, una sección "farmacológica".

El manuscrito Voynich se divide en varias "secciones" según el tipo de ilustraciones que aparecen en cada página. La más extensa es la primera, un "herbario" en el que se reproducen diversos tipos de plantas. Las plantas dibujadas son tan enigmáticas como el texto que las acompaña, pues no se han podido identificar con ninguna especie real.

Dibujo "astronómico" o "zodiacal".

Se ha sugerido que el Voynich es una broma o una estafa ante su aparente incoherencia. Se cree que fue el propio mago, matemático y aficionado al ocultismo John Dee quien lo creó hacia 1580 junto a su socio Edward Kelley, quien ya había sido procesado por falsificar documentos en Inglaterra.

Cuando se creó el lenguaje escrito hace más de 4.700 años, los seres humanos pudieron transmitir mensajes complejos a través de letras y signos. Pero también introdujeron códigos y claves secretas para encriptar documentos religiosos, políticos, diplomáticos o militares que solo podían descifrar a los iniciados. Desde los sumerios hasta los griegos, los romanos, los mongoles, el Imperio español y, por supuesto, todos los países en el último siglo, especialmente durante las guerras, todas las civilizaciones han utilizado estas técnicas.

Hay una gran cantidad de manuscritos y textos cifrados que aún existen, y todos han sido descifrados con bastante facilidad mediante el análisis de sus códigos, que suelen ser bastante sencillos, con una excepción. Nadie ha logrado descifrar el contenido de un manuscrito llamado Voynich, el más extraño del mundo, no del todo aún.

Actualmente, la Biblioteca Beinecke custodia el Voynich con libros y manuscritos únicos de la Universidad de Yale. Este códice, escrito en pergamino fino y con 232 páginas (algunas faltan y otras desplegables), contiene centenares de dibujos y 37.919 palabras con 25 letras o caracteres diferentes. Sin embargo, carece de autor, título, fecha y capítulos. Según los estudios de carbono 14, se ha descubierto que el pergamino fue elaborado entre el año 1404 y el año 1434. Entre mediados del siglo XV y comienzos del XVI, Europa occidental empleó una letra del tipo cursiva humanística en caracteres latinos.

Procedencia del Manuscrito Voynich.

La primera vez que se menciona la existencia del Voynich fue en 1580, cuando el emperador Rodolfo II de Habsburgo, quien estaba interesado en las ciencias ocultas, la magia y las rarezas.

En el siglo XVII, el manuscrito fue intercambiado entre varios propietarios antes de ser guardado en el convento franciscano de Mondragone, Italia. En 1912, el tratante de antigüedades Wilfrid Voynich lo compró y le dio su nombre. En 1931, su viuda lo compró a Hans Peter Kraus, un anticuario de Nueva York, pero no lo pudo vender. En 1969, Kraus lo regaló a la Universidad de Yale.

En 1921, el profesor Willian R. Newbold de la Universidad de Pensilvania, ya en el siglo XX, intentó descifrarlo, e incluso se equivocó. Los expertos en gliptografía (estudio de las inscripciones en piedra) y los filólogos profesionales y aficionados de Estados Unidos lo examinaron utilizando técnicas conocidas durante la segunda guerra mundial. Todos fallaron.

Aunque se han intentado descifrarlo mediante métodos tradicionales, como reemplazar una letra por otra o asignarle un valor numérico, no se ha obtenido un resultado satisfactorio. Se han utilizado tarjetas perforadas, que ya eran conocidas por Girolamo Cardano en el siglo XVI, y programas de computadora, lo que ha llevado cientos de millas de combinaciones potenciales, pero sin ningún resultado.

Nadie ha logrado descifrar las claves de un libro que está encriptado. Es por esta razón que se ha sugerido que está escrito en un lenguaje oculto no conocido llamado voynichés. De acuerdo con las representaciones, el texto podría contener historias misteriosas sobre ceremonias secretas, mientras que los retratos de plantas, planetas y mujeres serían representaciones de la alquimia.

“Parece escrito por un zurdo –Leonardo Da Vinci lo era– y contiene elementos propios del Renacimiento italiano”.

Algunas ideas sobre cómo interpretar el manuscrito han sido muy extrañas. Aunque se suponía que fue escrito por el monje inglés Roger Bacon, Bacon vivió en el siglo XIII y el Voynich fue escrito en el siglo XV. Es común pensar que lo escribieron los cátaros; que es una adaptación de un texto ucraniano con letras latinas; que es obra de Leonardo da Vinci, ya que parece escrita por un zurdo, como lo era Leonardo; o que lo escribió el arquitecto Filarete a mediados del siglo XV, ya que aparece una traza de un edificio similar a la torre del castillo Sforzesco de Milán, que Filarete levantó, y unos dibujos que recuerdan a los tubos desagüe.

Parece que el último esfuerzo ha logrado avanzar en este aspecto. Greg Kondrak, un profesor de ciencias de la computación, y Bradley Hauer, un estudiante de posgrado, de la Universidad de Alberta (Canadá), están trabajando para descifrar el Manuscrito Voynich con la ayuda de la inteligencia artificial. Y han descubierto que el hebreo es la lengua más probable para escribir.

El libro enigmático.

Hasta ahora, se ha sugerido que el Voynich es una broma o una estafa debido a su aparente incoherencia. Se cree que John Dee, un mago, matemático y fanático del ocultismo, lo creó en 1580 junto a su socio Edward Kelley, quien ya había sido acusado de falsificar documentos en Inglaterra. En pocas palabras, se trataba de un engaño para engañar al emperador Rodolfo II y sacarle dinero.

En 2000, Gordon Rugg, profesor de psicología en la Universidad de Reading, insistió en la teoría del fraude debido a la imposibilidad de traducir su contenido. Sin embargo, hay un obstáculo en la tesis: el manuscrito ya existía hace un siglo antes de que Edward Kelley pudiera falsificarlo.

En síntesis, a pesar de los avances, el Voynich carece de una traducción en ningún idioma conocido y aún no se ha descubierto la clave que permita su comprensión, si es que existe. También, la disposición del texto no sigue los estándares establecidos para la estructura semántica del idioma, ya que hay muchas palabras que se repiten, incluso tres veces en la misma línea y quince en la misma página (como "ollcet, ollcetcius, ollcetcius.. ."). Por otro lado, sigue algunas reglas formales, como que está escrita de izquierda a derecha, aunque sin signos de puntuación (algunos párrafos están precedidos de estrellas y asteriscos).

El texto también cumple la llamada ley de Zipf, que señala que "en las lenguas conocidas la longitud de las palabras es inversamente proporcional al número de veces que aparecen".

El hecho de que parezca escrito por una sola mano, con un trazo fluido y seguro, letras homogéneas y muy regulares, prácticamente idénticas, sin un solo error, es posiblemente el mayor misterio gráfico que presenta. Esto es algo excepcional en un manuscrito. ¿Trazó letras y palabras usando una plantilla o un sistema de matrices mientras escribía?
Tal vez nunca se pueda resolver el enigma…

También puedes leer:

El académico que asegura haber descifrado por fin el manuscrito Voynich
Escrito en algún momento entre 1404 y 1444 aproximadamente, se trata de uno de los libros más raros del mundo. No se había conseguido interpretar nunca, hasta ahora
El Manuscrito Voynich, el libro más misterioso del mundo
A pesar de que especialistas de diversas ramas analizaron el volumen, entre ellos el FBI y el servicio de inteligencia británico, el idioma en que está escrito sigue sin ser descubierto.
Los misterios del Manuscrito de Voynich, el Códice de Rohonczi y el de Corabella
En el vasto archivo de manuscritos antiguos, ciertos textos han resistido los embates del tiempo y la erudición, confundiendo a lingüistas y criptógrafos durante siglos. Tres de estos enigmas lingüísticos, el Manuscrito de Voynich, el Códice de Roho
El libro MÁS MISTERIOSO que la Biblia que NADIE puede descubrir QUÉ DICE
Se trata de un texto con miles de interrogantes que muchos han intentado descifrar y que hasta el día de hoy no han podido.

https://cadenaser.com/nacional/2023/06/08/con-ustedes-el-manuscrito-voynich-cadena-ser/

Fuente:

Clarín, National Geographic.