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Ageotipos: una manera diferente de envejecer.

Es importante identificar cada patrón biológico para aprender más de esta etapa de la vida.

Ageotipos: una manera diferente de envejecer.

Es un proceso que tiene que seguir; todos envejeceremos tarde o temprano; sin embargo, no todos nos comportaremos de la misma manera.

Esto explica por qué algunas personas, incluso de la misma edad, pueden mostrar diferentes características de envejecimiento.

Los científicos creen que esto se debe a que hay varios patrones biológicos que determinan a qué ritmo cada uno de nosotros nos vamos poniendo más viejos.

Clasificar los "ageotipos".

El reconocido biólogo Michael Snyder, quien dirige el departamento de genética de la Universidad de Standford, en EE.UU., es uno de los primeros en este campo.

Snyder y su equipo perfilaron a un grupo de 43 hombres y mujeres sanos de 34 a 68 años en 2020. Durante dos años, sus biologías moleculares fueron evaluadas al menos cinco veces.

El estudio utilizó sangre, heces y otras muestras para monitorear los niveles de microbios y moléculas biológicas específicas, proteínas incluidas, metabolitos y lípidos, en los participantes del estudio.

Los investigadores intentaron descubrir qué sucede realmente al cuerpo humano cuando se envejece.

Y descubrieron una respuesta: las personas siguen vías biológicas específicas que determinan cuáles partes de su cuerpo envejecen antes y cuáles después. Y esto es donde surgen los ageotipos.

“Son patrones de envejecimiento. Todos lo hacemos de maneras diferentes. En algunas personas, su sistema inmunológico envejece más rápido, en otras, su riñón, o su sistema metabólico, y así”, explica Snyder.

Los órganos o conjuntos de sistemas de órganos son distintos en cada caso. El motor, la batería o el chasis de un automóvil se desgastan a diferentes ritmos, como lo hace un automóvil. Lo mismo se aplica a nuestros cuerpos, añade.

Los hallazgos de la investigación realizada por Snyder y su equipo describen cuatro geotipos principales:

Metabólico:

ocurre cuando el metabolismo, que se encarga de convertir los alimentos en energía y de eliminar las sustancias tóxicas, entre otras cosas, envejece más rápido que otras funciones del cuerpo.

Problemas como la obesidad, las enfermedades cardíacas y otros trastornos, entre ellos la diabetes, surgen cuando el metabolismo está dañado.

Inmunológico:

Cuando el sistema inmunológico de una persona muestra signos más profundos de envejecimiento.

Si este falla, el cuerpo pierde su capacidad para luchar contra gérmenes invasores como infecciones y otras enfermedades. Por lo tanto, puede haber niveles más altos de inflamación o enfermedades inmunológicas, según el estudio de Snyder.

Hepático:

este ageotipo está relacionado con el envejecimiento del hígado, que es el principal responsable del procesamiento de nutrientes y la filtración de toxinas perjudiciales para el cuerpo. Se pueden desarrollar enfermedades hepáticas, como la cirrosis, si el hígado no funciona correctamente.

Nefrótico:

se refiere a los síntomas de envejecimiento relacionados con la función renal. Entre otras funciones, los riñones ayudan a filtrar y equilibrar los líquidos del cuerpo (desechándolos a través de la orina), controlar la presión arterial y estimular la médula ósea para que produzca glóbulos rojos.

Si muestran signos de envejecimiento, pueden dejar de filtrar líquidos dañinos, alterar la presión arterial o tener desequilibrios en los minerales esenciales.

El comienzo…

Michael Snyder que: "estos cuatro ageotipos son solo el comienzo”.

“Ahora se sabe que existen muchos más”, dice el investigador, que nombra como ejemplos el cardiovascular, que tiene directa relación con un corazón biológicamente más envejecido que otros órganos, y el estrés oxidativo, que sucede cuando se producen en nuestro cuerpo compuestos que no son útiles para la vida y, en consecuencia, se altera la funcionalidad de la membrana de las células.

Según New Scientist, una publicación dedicada a la ciencia y la tecnología, después de la investigación de Snyder y su equipo, otros investigadores han incrementado la variedad de geotipos.

Una de ellas es Kalliopi Gkouskou, bióloga de la Universidad de Atenas, en Grecia.

La investigadora y otros científicos publicaron un estudio en febrero del año pasado que afirma que hay otros patrones de envejecimiento asociados con la "disfunción del cerebro" y el sistema nervioso.

Brian Kennedy, del departamento de bioquímica de la Universidad Nacional de Singapur, propuso una idea similar.

“Nuestro estudio muestra evidencia de que podría haber múltiples ‘relojes’ dentro de todo el sistema: impulsores sistémicos del envejecimiento superpuestos con contrapartes específicas de órganos/tejidos”, sugiere su investigación publicada en 2022, para la que se analizó a más de 4.000 voluntarios.

Kennedy agregó otros patrones de envejecimiento a la lista de Snyder: microbioma intestinal, hormonas sexuales, aptitud física, cardiovascular y piel.

A pesar de esto, es importante tener en cuenta que los ageotipos no son excluyentes entre sí. En otras palabras, alguien puede pertenecer a dos o más ageotipos.

Según el estudio de Snyder, “un geotipo metabólico también podría ser uno inmunológico”.

También es posible que el envejecimiento de una parte del cuerpo cause el envejecimiento de otra, ya que no siempre sucede de forma aislada. Por ejemplo, si el sistema cardiovascular de una persona envejece más rápido, es más probable que tenga más problemas en sus riñones, músculos o huesos.

¿Por qué podría ser beneficioso identificarlos?

El hallazgo más significativo del investigador de la Universidad de Stanford es que "muestra que es posible mejorar la forma en que envejecemos".

Saber qué partes están envejeciendo más rápido te permite concentrarte y trabajar en esas partes. Según él, si tienes un ageotipo metabólico, debes cuidar tu dieta; Si estás en el grupo de estrés oxidativo, debes consumir más antioxidantes o antioxidantes inmunológicos, para fortalecer tu sistema inmunológico.

De hecho, hubo algunas personas en su investigación que mostraron una disminución en sus marcadores de envejecimiento.

El biólogo cree que esto se puede explicar por cambios en los hábitos de vida de los participantes.

Muchos de los que tenían niveles bajos de hemoglobina A1c habían perdido peso y uno cambió su dieta. El departamento de genética de la Universidad de Stanford explica que algunos de los que vieron una disminución en la creatina, lo que indica una mejor función renal, estaban tomando estatinas (medicamento usado para bajar el colesterol)

Inés Moreno González, quien trabaja en el departamento de biología celular y genética de la Universidad de Málaga, comparte esta opinión.

Dice: "Si alguien puede predecir o diagnosticar de forma muy temprana ciertas enfermedades, evidentemente nos ayudaría a hacer tratamientos o terapias personalizadas".

Es fascinante conocer a qué geotipo perteneces. Esos perfiles probablemente se deben a la genética, pero también a factores intrínsecos de nuestra vida, como la cantidad de deporte que haces o la calidad de vida.

Los científicos esperan que todos estos hallazgos nos ayuden a lidiar con la vejez.

Cambiar tus hábitos puede aumentar tu longevidad.

Uno de los aspectos más interesantes del estudio es que en algunas personas los ageotipos disminuyeron cuando cambiaron sus hábitos.


Por ejemplo, hubo personas en las que la tasa de envejecimiento disminuyó al cambiar su dieta. En estos sujetos además de producirse una pérdida de peso, hubo una disminución de los niveles de hemoglobina A1C.

A otras personas el tomar estatinas les ayudó a disminuir la creatinina y mejorar la función renal, registrándose también en ellos una disminución en la tasa de envejecimiento.

La ciencia encierra la clave para no envejecer

Los científicos de Stanford al haber identificado las vías biológicas específicas a lo largo de las cuales las personas envejecen con el tiempo han creído encontrado las causas específicas del envejecimiento.

Los datos cruzados de la evaluación molecular del envejecimiento, el estilo de vida y el historial médico han arrojado luces sobre como detener el deterioro causado por el tiempo en el organismo.

Sin embargo, el estudio de los factores de envejecimiento no es el único camino explorado hacia la fuente de la juventud.

La actitud mental es clave para no envejecer

Un factor que no fue considerado directamente en el estudio de Stanford fue el aspecto psicológico, el cual puede resultar ser esencial tomando en cuenta lo dicho por un grupo de famosos longevos.

Varios personajes que sobrepasan los 100 años, entre los que se encontraba Kirk Douglas, quien murió recientemente a la edad de 103 años, coincidieron en afirmar que la actitud mental es clave para una larga vida.

Henry Morgenthau III, el famoso autor y productor de televisión de un siglo de edad, fue enfático al señalar: “Creo que, si te permites deprimirte y sentir pena por ti mismo, puedes quitarte años de tu vida”

Aparte de los hallazgos efectuados por el grupo de científicos de Stanford y los secretos de la longevidad que han alcanzado famosos personajes, existe otro interesante hallazgo sobre la manera de detener el envejecimiento.

La clave de no envejecer está en tu intestino

Otra de las interesantes teorías que han surgido sobre la forma de alcanzar muchos años de vida saludable también tiene que ver con los hábitos, pero esta vez la clave estaría en el intestino.

Esta teoría es el producto de una extensa investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Oviedo en España.

Se trata de un hallazgo científico muy importante que ha dejado en claro que la clave para evitar el envejecimiento está en tus intestinos. Esto significa que la frase “Somos los que comemos” no estaría tan errada.

Nuestro modo de alimentarnos y el modo en que colaboramos con el funcionamiento de nuestro sistema digestivo, podrían determinar nuestra calidad y cantidad de vida.

Aunque no podemos detenerla, podemos prepararnos para navegarla de manera más efectiva y saludable.

Fuentes:

CENIE, BBC NEWS Mundo, DW Documental, CareChannel.